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EL TALMUD: LAS ENSEÑANZAS DE ODIO Y RACISMO DE LOS PÉRFIDOS JUDÍOS (III y final)

Por Mendo Crisóstomo

Con este brevísimo artículo ponemos punto final al leve esbozo que hemos ido desarrollando en anteriores entradas acerca del libro sagrado por excelencia del judaísmo, incluso de judíos «no practicantes»: el Talmud (abreviación de Talmud-Torah, estudio de la Torá). Queremos saciar la curiosidad de nuestros lectores acerca de lo que allí se dice y por ello hemos ido exponiendo algunos fragmentos en bilingüe. No obstante, si la curiosidad de alguno no quedare saciada, ya nos lo harían saber oportunamente.

subir imagen Tras las controversias de muchos siglos de Cristiandad y lo mucho que se ha escrito en correspondencia (por ejemplo, son bien conocidas las condenas de papas como San Pío V, Julio III, León XIII o Benedicto XIV al respecto), no es en exceso difícil indagar aún más sobre lo que allí se dice. subir imagen

Tristemente célebre fue el asesinato del afamado traductor y buen conocedor de las lenguas semíticas Rev. Iustinus Pranaitis, a manos del judío Lenin, quien, a tal efecto, ejecutaba órdenes del rabino de Moscú.

Ahora bien, de antemano advertimos que a veces no es fácil encontrar versiones completas, pues ya en 1631, en orden a evitar el acceso de los no-judíos a sus textos (tras numerosas controversias bien reconocidas por todos los historiadores a causa de lo que en el Talmud se dice), en un sínodo celebrado en Polonia, tomaron una determinación que suelen mantener a día de hoy en sus ediciones, al menos las de las facciones más oficialistas:

«Por tales razones, os ordenamos que de ahora en adelante, cuando publicareis una nueva edición de estos libros, dejéis en blanco los pasajes donde se habla de Jesús de Nazareth, haciendo un circulo como éste O; y todo rabino, como cualquier otro maestro, tenga el cuidado de enseñar tales pasajes a sus fieles sólo verbalmente. De este modo los hombres de ciencia cristianos no tendrán nada que reprochamos al respecto»

subir imagen La vigencia de obligado uso, identidad y creencia de los 63 libros que componen el grueso del Talmud (más algunos tratados más, como el Schulkhan Arukh), con tales disposiciones, se vio confirmada por un sínodo celebrado en 1866 en Hungría, con la firma de 94 rabinos, 182 abogados, 45 médicos y varios miles más de judíos de diferentes estratos sociales. Y veamos ya, como colofón, unos pocos fragmentos más:

ןהב הכ ןהב קיזחמה לכ רבדמכ םה םיוגה יסכנ

«Todas las pertenencias de los no-judíos son como si estuvieran en mitad del desierto: el primero que las alcance es su dueño» Babha Bathra 54b

יםאפר… ז ע םע בט דבעמל הב ןילדתשמד ןיליא

ומוקי לב

«Los que se empeñen en hacer el bien al cristiano…tras la muerte no resucitarán» Zohar I, 25b subir imagen

תונ מוא םו״ כול דמלל רוסא

«No es lícito enseñar un arte al cristiano» Iore dea 154, 2

ונתלואג דימ אמור ןברחב

«Cuando se produzca la devastación de Roma, entonces llegará nuestra redención» Tseror hammor, sec. Shoftim subir imagen

יםצקש ןילכושא ינפמ ןימהוזמ יםוג המ ינפמ

יםשמרו

«¿Por qué los goyim son inmundos? Porque se alimentan de cosas abominables y de reptiles» Schabbath 145b subir imagen

ונא םג רעבנש זמר לזעל ןיחלש ןיהש ריעשה

םלועה ןמ תופילקה

«Aquel cabrón que sacrificaban a Azazel (el día de la expiación) nos muestra que también nosotros estamos obligados a remover al cristiano de la faz de la tierra» Zohar f. 62, Mikdasch Melech   subir imagen

EL TALMUD: LAS ENSEÑANZAS DE ODIO Y RACISMO DE LOS PÉRFIDOS JUDÍOS (II)

Por Mendo Crisóstomo

Ya evidenciábamos en la primera parte que el judaísmo es, fundamentalmente, la Anti-religión.

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TODO judío, aun viviendo al margen de la moral y de lo sacro, se siente siempre judío y actúa según el Talmud, salvo si se convierte

Y, por ello, todo miembro de la comunidad judía -aun viviendo de espaldas a lo sacro y a la moral-  se siente siempre especialmente ligado a su libro sagrado, el Talmud, hasta el punto de que, a no ser que se convierta, siempre se sigue considerando a sí mismo judío.

Antes de ver algunas citas del Talmudponíamos como ejemplo el caso de Ysidor Mardochai Levy (Karl Marx) como un paradigma de judío.

Sin embargo, la cosa no se detiene ahí.
Las aspiraciones de Levy pronto fueron puestas en marcha, por primera vez, por otro judío:

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El judío Lenin, financiado por la Banca, puso por vez primera en práctica las teorías del talmudista Ysidor Mardochai

Vladimir Ilich Ulianov Blank, más conocido como «LENIN», gracias a la financiación de los grandes banqueros judíos de Francia, Norteamérica, Alemania e Inglaterra.

Por eso no nos extraña que las condenas de la Santa Iglesia Católica, Apostólica, Romana siempre fueran todavía más duras con el Talmud y con sus seguidores incluso que con el llamado Corán, pernicioso libro de la abominable secta fundada por el falso profeta Mahoma.

La mujer de Lenin −también judía− conocida como Krupskaya, pero cuyo verdadero nombre era Nadiezda Konstantinovna, acentuó su lucha tras la muerte de su esposo mediante el adoctrinamiento.

subir imagenEsta «mujer ejemplar», modelo al que siguen todas las comunistas del planeta, nos da una idea de su defensa de las doctrinas talmúdicas si nos afanamos en la lectura de algunos de sus textos, siempre tan admirados por sus seguidores leninistas.

Por ejemplo, en su Outchit Gazeta escribió (10/Oct./1929):

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La judía esposa de Lenin, llamada Krupskaya, además de programar a las masas, defendía el derecho a la violación

«Aunque la socialización de las mujeres no está formalmente ratificada en la lucha soviética, debe convertirse en una realidad y penetrar en la conciencia de las masas.

Consecuentemente, cualquiera que intente defender a una mujer que es (indecentemente) asaltada, muestra una naturaleza burguesa y se declara a sí mismo a favor de la propiedad privada.

El oponerse a la violación es resistirse a la revolución comunista de octubre».

Vemos, pues, la ejemplaridad de esta célebre judía en el cumplimiento de ese modo de vida integral en la unión y cooperación supremacista con una comunidad de judíos que entre sí  se identifican.

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Desde pequeños, los judíos aprenden que «Es lícito hacer uso del fraude para con los cristianos» Babha Kama 113, b.

Y ahora, sigamos viendo algunos pasajes más, en bilingüe (hebreo-español) que nos indican las enseñanzas «sagradas» de los judíos sobre los no-judíos:

ביאת  גוי  דהויא  כבואת  בהמה

«El coito del no-judío es como el coito del animal»
Sanhedrin 74, b. Tosephoth

בראם  בצרת  אדם  לבבודם  של  ישראל  שלא  נבראו  העכ˝ום  כי

אם  לשמשם  דיום  ולילה  לא  ישבותו  ממלאכתם  ואין כבוד  לבן

מלך שישמש  אותו  בהמה  בצורת  בהמה  כי  subir imagenאם  בהמה  בצורת

«Dios creó a los cristianos en forma humana en honor de Israel, puesto que no fueron creados con otro fin que para servir a los judíos día y noche; y no se les puede dar descanso jamás de semejante esclavitud.
Pues es menester que el hijo del Rey (el israelita) no sea servido por bestias en su propia forma, sino en forma humana»
Midrash Talpioth fol. 255, d.

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«No puede darse ninguna alegría mayor a Dios Bendito que ésta que nosotros le procuramos exterminando a los impíos y a los cristianos de este mundo» Sepher Or Israel fol. 180.

הרשעים…  יש  להם  נפש  מן  הקליפה

הנקראת  מות  וצל  מות

«Las almas de los no-judíos provienen de la costra mugrienta, que se llama muerte y sombra de muerte» Emek Hammelech 23, d.

טעותו  מותרת

«Es lícito hacer uso del fraude para con los cristianos»
Babha Kama 113, b.

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«El coito del no-judío es como el coito del animal» Sanhedrin 74, b. Tosephoth

ותימה  דלהון ב סמיתו  דפומא  כבעירא  דאיהי  מיתא  ולית  לח

קול  ודבור

«Y cúmplase la muerte de los cristianos cerrándoles la boca como la de las bestias, a las que se aniquila sin voz ni habla»
Pesachim 49, b.

בעי  בר  ישראל  לעקור  הקוצים  מן הכרם  לעקור  הקליפות

ולכלותם  מעל  פני  האדמה  כי  אין חדוה  לפני  הק˝בה  גדולה

מזו  כשאנחנו  מכלים  את  הרשעים  והקליפות  מן העולם

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«Las almas de los NO-judíos provienen de la costra mugrienta, que se llama muerte y sombra de muerte» Emek Hammelech 23, d.

«El israelita sobrevive de afanarse con empeño en arrancar los espinos de la viña, esto es: en erradicar y extirpar al cristiano de la tierra.

No puede darse ninguna alegría mayor a Dios Bendito que ésta que nosotros le procuramos exterminando a los impíos y a los cristianos de este mundo»
Sepher Or Israel fol. 180.

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Esta vez reproducimos un interesante artículo del argentino Juan O. Alba Posse, publicado en Panorama Católico Internacional, acerca de un pérfido deicida, perteneciente a una secta protestante, que -fiel a la «tradición» de sus antepasados– se gloría en atacar violentamente a la Madre de Dios, María Santísima, en su advocación de la Virgen de Guadalupe.

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Fiel a sus antepasados, el pérfido
«predicador» judeo-hereje no ceja en
su empeño de combatir a Cristo

Por si fuera poco (y como es de esperar en un abominable sujeto de categoría semejante), el representante del pueblo maldito que creó las ideologías modernas, se afana en el «dogma» del holocuento, una de las famosas supercherías inventada por los «defensores de la libertad y tolerancia» que hoy gobiernan el mundo.

La negación de ese «dogma» es perseguido con castigos durísimos e incluso la valiente negación de tal mito por parte de algunos intrépidos y brillantes representantes de la Fe Católica ha acarreado contra éstos, en ocasiones, el odio y murmuración por parte de otros clérigos envidiosos y menos audaces que ellos.

¡Que lo disfruten! Y recuerden que el único Holocausto de la historia es el de Nuestro Señor Jesucristo en la Cruz.

Mendo Crisóstomo

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Los «defensores de la libertad y tolerancia» que hoy gobiernan el mundo, castigan durísimamente a quienes discrepan del dogma del Holocuento

Judío converso al evangelismo ataca violentamente a la Guadalupana

Infiltración – Indefensión

INFILTRACIÓN – INDEFENSIÓN

En los tiempos que corren, más que nunca se impone detectar los hechos que de algún modo atañen a la Iglesia, cualquiera sea su origen o magnitud. Como lo tiene demostrado la historia reciente, porque la persecución está en plena marcha.

El único «holocausto» de la historia es el de Nuestro Señor Jesucristo en la Cruz

Precisamente se está cumpliendo un año de cierto hecho que pudo ser a lo sumo anecdótico, pero significó una verdadera confabulación.

El escándalo alrededor de una fábula, desatado en el preciso momento que el Santo Padre disponía medidas atinentes a la unidad religiosa. Ocasión en que se desenterraron antiguas (e inobjetables) opiniones ocasionales del Obispo Richard Williamson sobre el denominado “Holocausto”*.

Dichos hasta entonces ignorados, con lo que extemporáneamente se fabricó un revuelo artificial; hasta alcanzar proporciones nunca vistas y la conmoción mediática de toda la humanidad.

Un despliegue impresionante del poderío mandante, con recíprocas muestras de temores sumisos.

Ahora, la moderna tecnología está mostrando a cierto “predicador”**, dedicado a esparcir por el mundo terroríficas diatribas contra la antigua Cristiandad y la santa Iglesia. Lo hace estrepitosamente, aparentando una devoción farisaica a N.S. Jesucristo, al Santo Evangelio y el Antiguo Testamento. Lo llaman Gary Lee. Un hombre de mediana edad y apreciable fortuna que le permite largas excursiones y la adquisición de poderosos medios; como la importante radio que posee en Puerto Rico. Su acento y su oratoria -a grandes alaridos-  supera el estilo de los pastores congéneres. Por supuesto que ello no tiene mucho de sorprendente, pero hay una particularidad que lleva a las consideraciones que siguen.

Antisemitismo El predicante tiene la obsesión del antisemitismo y ello lo  enardece hasta el delirio.

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El haber ejercido su «libertad de expresión» le costó al pacífico Obispo R. Williamson (foto) la persecución como delincuente; ocasión aprovechada también por la judería para atacar al Tradicionalismo en general y la figura del Papado

Para acusar a la Cristiandad histórica y a los cristianos contemporáneos, como promovedores –grita- del odio a los judíos. Por supuesto que por ello, la maldición del Cielo ha caído y sigue cayendo sobre los culpables… Todo expresado con incontenible furia, sin omitir la sobrecarga de la leyenda negra y el original agregado de que la Inquisición quemaba judíos.

En cuanto al “Holocausto”, asevera que las víctimas fueron 6.500.000. O sea medio millón más que el número decretado, cuya estimación crítica le costara al Obispo Williamson la persecución como delincuente. Además, Gary Lee relata su personal investigación en los sitios de exterminio, poniendo de resalto los crematorios… “donde abrían unos tubos y metían el gas”.

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Por lo cual pone en tela de juicio la intangibilidad del Dogma, con la precisión de que el gas mortífero se suministraba del modo transcripto. Un manipuleo difícilmente compatible con las herméticas cámaras de gas, cuya existencia es dogmática.

Como que la duda al respecto, fue piedra de escándalo en el “caso Williamson”.

Saña contra un Milagro Hay algo más, y más inaudito. Gary Lee ha llegado a ensañarse contra el milagro de Nuestra Señora de Guadalupe (justo cuando  al respecto se están descubriendo maravillas).

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Con satánicos alaridos, el predicador hebreo se mofa de la Santísima Virgen de Guadalupe y lanza calumnias a los españoles y a la Cristiandad

Su odio ciertamente satánico, culpa a aquella devoción mariana de todos los estragos que padece Méjico: narcotráfico, crímenes, prostitución, etc.

Como un castigo  –ruge-  por haber adorado más de 500 años a … (obviamente aquí omitimos el insulto canallesco). Se trata, sigue diciendo fuera de sí, de un invento de los españoles para mantener cegados a los indígenas.

Siempre a los gritos, burlándose, lo acusa a Juan Diego de haber visto –¡drogado!- cuatro veces en un día a… (nos resistimos a transcribir la blasfemia). Y termina argumentando a guisa de lápida, que en ningún momento la Biblia habla de la Virgen de Guadalupe…

Tal vez podría decirse que tamaña imbecilidad desmorona todo por su propia gravitación. Pero ello no quita que el energúmeno seguirá vociferando sus injurias y calumnias por el mundo. Siempre impune, reclutando adeptos; ésto es lo grave adicional. ¿Y cómo se explica todo ello? …

Por aquí vuelve el tema de la indefensión cristiana y el poder de la infiltración; trauma registrado ya hace un año en el “caso Williamson” de inevitable paralelo con la presente infamia. Para recrudecimiento ahora de la vergüenza de tantos cristianos –dignatarios incluidos- que acompañaron la impostura establecida mundialmente.

Una falacia aquella, que se podía desmenuzar palabra por palabra. Bochorno mayor todavía, por el silencio guardado cuando en Israel –como réplica por el “caso Williamson”- se propalaron por televisión gravísimas blasfemias contra Nuestro Señor y la Santísima Virgen (cfr. La Nación 21.1.09).

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La Judería aprovechó la ocasión para blasfemar en televisión contra Cristo y su Santísima Madre

Trasuntando un coro diabólico para las exequias de la civilización cristiana corroída y abatida.

Clave y espera El interés por el vil ejecutor de la campaña anticatólica comentada, lleva a investigar algo más sobre su personalidad.

Y por tal camino se pudo conocer que Gary Lee es en realidad Gary Katzelnik, judío norteamericano.

Frente a todas estas cosas, resta esperar la reacción de tantos dignatarios y funcionarios que se conmovieron automáticamente, o callaron, frente al “caso Williamson”***.

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El histérico energúmeno fariseo es Gary Katzelnik, un multimillonario judío norteamericano

Lo mismo que un repudio expreso de entidades como la DAIA, para deslindar a la pacífica comunidad judía -cuya representación manifiesta- de ofensas anticristianas que ella no comparte en modo alguno.

Diciembre de 2009

* El término “Holocausto” ha sido objetado por el presidente del Centro de Investigación y Difusión de la Cultura Sefardí, Mario Eduardo Cohen  (La Nación, 24.3. 2000). El estudioso judío, dijo allí con la mayor franqueza, que “Holocausto” es una palabra incorrecta para designar padecimientos humanos del siglo pasado, puesto que designa un sacrificio de naturaleza religiosa.

**http://www.youtube.com/watch?v=hzU4xEtB_uk(con la prevención debida conviene verlo).

*** Un triste ejemplo local: Ante la expulsión del obispo Williamson de nuestro país, el Pbro. Guillermo Marcó –titular de Pastoral Universitaria de la Arquidiócesis- comentaba: “nos saca un problema de encima”. Y fustigó la inquietud histórica del prelado señalando: “Es como decir que San Martín no cruzó Los Andes, discutir esto es absolutamente ridículo”(Clarín, 22.2.09).

EL TALMUD: LAS ENSEÑANZAS DE ODIO Y RACISMO DE LOS PÉRFIDOS JUDÍOS (I)

Por Mendo Crisóstomo

¿Qué piensan los judíos sobre los que no somos judíos? Las personas que conocen la cosmovisión judía saben que, para ser judío, no es necesario creer en nada metafísico o espiritual, sino sólo en el Talmud.

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Para ser judío, no hace falta creer en Dios, sino sólo en el Talmud

Según ellos, un judío es quien tiene madre judía, aunque a los que no son “judíos puros” (de padre y madre judíos), los tienen en rango inferior. Para los judíos, un judío pierde la condición de judío cuando adora a dioses considerados extranjeros, y pierde especialmente su condición de judío si se le ocurre bautizarse, acción que consideran la más abominable. Para este pueblo maldito, un judío puede no creer ni siquiera en Dios y, aun así, ser tenido por un gran judío. subir imagen El mandato más importante para los judíos es la reproducción, tener hijos. Ni siquiera tienen necesidad de servir a un dios. Los judíos consideran que, para ser buen judío, aparte de pertenecer a estirpe judía, basta con creer y obedecer el Talmud, y sentirse miembro de la comunidad judía internacional. Incluso una importante secta judía ya oficialmente reconocida por el resto de judíos en el sínodo judío celebrado a finales del siglo XIX tiene como algo específico el ateísmo. A esa secta había pertenecido Karl Ysidor Mardochai Levy, alias Karl-Heinrich Marx, y de ella es hijo el comunismo, con el afán, confesado por Marx en sus cartas a Engels y en una nota publicada en La Gaceta Renana, de apoderarse de los bienes de los no judíos para dominarlos y hacer que se maten entre las distintas clases sociales de los no-judíos. Por eso no nos extraña que todos los grandes capitalistas y, a la vez, todos los grandes jerarcas comunistas hayan sido judíos.

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El judío Ysidor Levy creó una ideología para derramar sangre y robar a los no-judíos, cumpliendo los preceptos talmúdicos

¿Por qué atacó Marx la religión? Simplemente porque los judíos consideran que el judaísmo no es una religión y dicen que a veces se utiliza ese término para no entrar en profundidades… Pero ellos defienden a ultranza el errado concepto de que toda religión es mala…y con razón, pues está claro que su cosmovisión es, por antonomasia, una antirreligión. Los judíos suelen decir que el judaísmo consiste esencialmente en la “iniciación de un pueblo entero —un pueblo superior dicen ellos— en las normas mitzvót que lo acercan gradualmente al Kadósch Barúch Hú.” Por ejemplo, ¿por qué los judíos excomulgaron al célebre Spinoza? No por panteístico ni por heterodoxo, ya que en materia de ideas heterodoxas y “contra Dios” o “ateísmo”, superaba a Spinoza el antiguo Elishá ben Avuiá, maestro talmudista, que negaba la existencia de Dios y sin embargo era respetado como judío. Elisha era “comunitario”, porque hablaba mal de Dios, pero estudiaba el Talmud y la enseñaba a otros judíos: Era judío, se sentía miembro de la comunidad judía internacional y nadie consideró necesario excomulgarlo. En cambio, Spinoza no siguió el Talmud, al menos conscientemente; por eso fue perseguido.

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Oponerse a las enseñanzas cristianas y perpetuar el poder mundial judío contra todos los demás pueblos, llamados por ellos Goyim (ganados), tales son los propósitos del rabínico Talmud

Si el lector conoce algún rabino y lo encuentra algún día de buen humor, le animo a que le pregunte y verá lo que le dice… Así pues, para los judíos el judaísmo es una especie de sistema racial-familiar de vida, tenido por modo de vida integral en la unión y cooperación supremacista con una comunidad de judíos que entre sí  se identifican y se hallan por encima de los no-judíos, a los que despectivamente llaman goyim (que significa literalmente “ganados”). El Talmud es, pues, de obligado cumplimiento para todo judío. Está totalmente comprobado que se trata de invenciones rabínicas posteriores a Cristo y redactadas para oponerse al plan de Salvación de Jesucristo y preparar la supremacía mundial judía contra otros pueblos  (especialmente contra el Catolicismo). Sin embargo, ellos no cejan en su empeño de mentir diciendo que se trata de la tradición oral transmitida desde Moisés. ¿Qué piensan los judíos de los no-judíos? Veamos, en bilingüe, algunos pasajes del Talmud:

אמר   רבי  יוחנן  גוי  שעוסק  בתורה  חייב  מיתה

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«Si alguno viere a un cristiano en dificultades o ahogándose en aguas, no acudas en su ayuda. Si se le viere cercano a la muerte, no lo salves de la muerte.» Hilkhot Akum X, 1

«El Rabbí Jochanan dice: Un goy que escudriña dentro de la ley es reo de muerte» Sanedrín, 59, a.

אסור  לרחם  עליהם  שנמר  ולא  תחנם  לפיכך  אם  ראה  גוי  עובד  כו ם  אובד  או  טובע  בנהר  לא יעלנו׃  ראהו  נטוי  למות  לא  יצילנו  אבל  לאבדו  בידו  או   לרפחו  וכיוצא  בזה  אסור  מפני   שאינו  עושה  עמנו  מלחמה

«No es lícito que tengas piedad de ellos, porque se ha dicho: ‘No tendrás piedad de ellos.’ Por ello mismo, si alguno viere a un cristiano en dificultades o ahogándose en aguas, no acudas en su ayuda. Si se le viere cercano a la muerte, no lo salves de la muerte. Con todo, no está bien matarlo con tus propias manos lanzándolo a un pozo o de algún modo similar a éste, puesto que no están en guerra con nosotros» Hilkhot Akum X, 1

מה  שאמרו  הנביאים  בחרבן  אדום  באחרית   הימים  על  רומי   אמרו  כמו   שפי  בישעיה  בפרשת  קרבו  נױם   לשמוע  כי  כשתחרב  רומי  תהיה    גאלת  ישראל

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Los judíos enseñan a sus hijos que: «Incluso el mejor de entre los gentiles merece ser matado» Abhodah Zarah 26, b. Tosephoth

Los judíos enseñan a sus hijos que:

«Todo lo que los profetas predijeron sobre la devastación de Edom en los últimos días, eso es lo que comprendieron que se refería a Roma, como expliqué en Isaías en el verso ‘Acercaos naciones y escuchad’. Porque, en efecto, cuando sea devastada Roma, vendrá la redención de los israelitas». Rabbí Davidh Kimchi, Obadiam.

כשר   שבגױם   הרוג

«Incluso el mejor de entre los Goyim merece ser matado» Abhodah Zarah 26, b. Tosephoth.

בדא בעכ  ום   אכל  המוסרים  והאפיקורוסין  מישראאל  מצןה   לאבדן  ביד  ולהורידן  עד  באר   שחת  מפני  שהן  מצירין  לישראל   ומסירין  את  העם  מאחררי  ה

«Éstas cosas se dirigen a los idólatras. Pero también a aquellos israelitas que se apartaron de su pueblo o se convirtieron en epicúreos, a todos ellos estamos obligados a aniquilarlos y perseguirlos incluso hasta los infiernos. Porque ellos acongojan a Israel…». Hilkhoth Akum X, 2.

הסיר  חיות   הקליפות  ותמיתם  ואז  תעלה  עליך   השכינה  כאילו  הקטרת  קטורת

«Destruye la vida del cristiano y mátalo, pues así serás tan grato a la Divina Majestad como aquel que le hace una ofrenda de incienso»

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Sepher Or Israel 177, b.

VER SEGUNDA PARTE

Disponemos a continuación una entrada con un artículo escrito por el investigador español C. Galicia y publicado en una vieja revista, al que hemos hecho algunos añadidos en fotos e imágenes, así como ciertos énfasis y subrayados en distinta presentación.

Mendo Crisóstomo

EINSTEIN, EL BRIBÓN – EL MAYOR FRAUDE CIENTÍFICO DEL SIGLO XX

Por C. Galicia
Los mitos pueden levantarse y crecer sobre la verdad o, por el contrario, surgir sobre la mentira.

Presentado como líder de la modernidad y de los tiempos futuros, Einstein no fue más que un pequeño bribón.

Presentado como líder de la modernidad y de los tiempos futuros, Einstein no fue más que un pequeño bribón.

Este último caso es de Albert Einstein. Reconocido hoy por el sistema dominante de valores como el adalid de la paz y de la bondad humana, y reputado por casi todos como el más grande de los sabios conocidos que en el mundo han sido, su aúreo brillo no es más que una vulgar apariencia.

Presentado como líder de la modernidad y de los tiempos futuros, Einstein no fue más que un pequeño bribón.

«Este niño es retrasado»

El dictamen del doctor cayó como una losa sobre la pobre Pauline, madre del pequeño que con cuatro años apenas balbuceaba alguna palabra suelta.

Años después nacería su hermana Maya, mucho más despierta e inteligente, y que llegaría a acomplejarle influyendo notablemente en su carácter retraído y en su gran capacidad de resentimiento, en sus pésimas calificaciones escolares, etc…, pero también, por aquello de la «ley de compensación» de Jung y Adler, en ese deseo íntimo y profundo de notoriedad y afirmación (incluso de revancha) que le acompañará toda su vida, y que siempre tratará de disimular con un forzado aspecto inocente e inofensivo.
Cada nuevo fracaso hará crecer en él su resentimiento y rebeldía.

Este niño es retrasado El dictamen del doctor cayó como una losa sobre la pobre Pauline, madre del pequeño que con cuatro años apenas balbuceaba alguna palabra suelta.

"Este niño es retrasado" El dictamen del doctor cayó como una losa sobre la pobre Pauline, madre del pequeño que con cuatro años apenas balbuceaba alguna palabra suelta.

Así, todavía impúber, acusará a «la máquina educativa alemana» de haberle engañado con creencias religiosas falsas (aunque tampoco le valdría la fe judía de sus padres), o falsificará, ¡¡¡ a los 15 años !!!, un certificado médico para no acudir a clase, e incluso renunciará a los 17 años a la nacionalidad alemana para eludir el servicio militar.
Ya de adulto él mismo reconocerá «no haber pertenecido nunca a mi país (Alemania), ni a mi propia casa, ni a mis amigos ni a mi familia», sino tan sólo a la «tribu» (el movimiento sionista), como a él mismo le gustaba decir.

Quizás por ello no le importó dar a su hija mayor Lieserl en adopción, sin volver a preocuparse de ella en todo el resto de su vida, ni abandonar a su hijo Eduard, que era enfermo mental, en un psiquiátrico de Suiza sin nunca más volver a interesarse por su salud o su destino, ni maltratar de forma habitual a sus otros hijos tal y como siempre han reconocido, ni abandonar a su familia tras regalar a su mujer todo un rosario interminable de humillaciones y adulterios, regalo con que también obsequió a su segunda esposa, Elsa, etc.

En fin, quien desee conocer la edificante vida privada del «Genio» leerá con provecho el libro de Roger Highfield y Paul Carter titulado The privates lifes of Albert Einstein.

no le importó dar a su hija mayor Lieserl en adopción, sin volver a preocuparse...en todo el resto de su vida, ni abandonar a su hijo Eduard...enfermo mental, en un psiquiátrico de Suiza sin nunca más volver a interesarse...ni maltratar...a sus otros hijos...ni abandonar a su familia tras regalar a su mujer todo un rosario interminable de humillaciones y adulterios, regalo con que también obsequió a su segunda esposa

no le importó dar a su hija mayor Lieserl en adopción, sin volver a preocuparse...en todo el resto de su vida, ni abandonar a su hijo Eduard...enfermo mental, en un psiquiátrico...sin nunca más volver a interesarse...ni abandonar a su familia tras regalar a su mujer todo un rosario interminable de humillaciones y adulterios

El hombre que había cambiado cuatro veces de nacionalidad (alemana, suiza, alemana de nuevo, británica y norteamericana), se lamentaba de la siguiente forma:

«Quizás mi destino es que siempre me presenten como una bestia negra: soy un judío para los alemanes y un científico alemán para los ingleses«.

Lo más triste de todo es que a sus 17 años el pobre Albert Einstein se siente relegado, solo, socialmente inadaptado y fracasado en su más íntima vocación: llegar a ser un músico virtuoso.
A pesar de pertenecer a una rica familia judía que pudo pagarle las mejores escuelas de música de Munich, Milán y Aarau (Suiza), donde aprenderá el elitista método pestalozziano, a esa edad se dará cuenta que nunca pasará de ser un violinista mediocre. Había que buscar otra cosa.
Tenía que triunfar en la vida como fuera. ¡Sí, eso es! Sería un sabio profesor de matemáticas. Y a pesar de los pésimos resultados obtenidos en sus estudios secundarios, logrará al año siguiente ingresar en la prestigiosa Escuela Politécnica de Zurich.

A pesar de pertenecer a una rica familia judía que pudo pagarle las mejores escuelas de música, nunca pasará de ser un violinista mediocre

A pesar de pertenecer a una rica familia judía que pudo pagarle las mejores escuelas de música, nunca pasará de ser un violinista mediocre

«Nunca seré doctor»

Pero como las matemáticas no eran su fuerte, se inclinará por la física, logrando licenciarse en 1900 con una nota de 4´91, un aprobado raspado con la necesaria décima por encima del mínimo suficiente para no suspender, siendo su tesina o memoria de licenciatura la que alcance la calificación más baja de todas.
Al año siguiente presentará la tesis doctoral, pero será rechazada. Cambia entonces de tema y se pone manos a la obra, pero resulta otra vez de nuevo un rechazo.

«¡Estoy harto, nunca seré doctor!», escribía en 1903 a uno de sus amigos.
Sin embargo, su paso por la Politécnica de Zurich no resultará infructuoso. Enseñaban allí, por ventura para él, científicos de la talla de Weber, Wolfer, Hürdwig, Pernet o del gran matemático Herman Minkowski (el compilador de la teoría del espacio cuadrimensional y verdadero autor de la teoría de la relatividad especial). Además, allí conocería a su mujer, Mileva Maric
Entretanto, Einstein ha comenzado a trabajar en la Oficina Comercial de Patentes de Berna y, aunque sólo lo hace en calidad de técnico de 3ª categoría, eso le permitiría relacionarse con los científicos más importantes de la época y se familiarizará con los éxitos de los nuevos inventos, aumentando su deseo de triunfar.
Al fin, en 1905, consigue ablandar al tribunal con una tesis «breve, anodina y carente del menor interés« (según comentó uno de los tribunos), titulada Una nueva determinación de las dimensiones moleculares.

¡¡¡ Cinco años para un trabajo de 29 páginas con ideas plagiadas de aquí y de allá !!!
Pero el momento es propicio, idóneo para triunfar, porque el monolítico edificio de la física clásica de Newton se resquebraja por momentos, hace aguas por todos sitios, tocado en su línea de flotación. Además, como él no es nadie, al aventurar hipótesis no arriesga ningún prestigio. Así que, animado por este cúmulo de cosas, el bueno de Albert se enfrasca en el estudio de los grandes del momento: Mach, Lorentz, Weber, Maxwell, Boltzmann, etc., y saca sus propias conclusiones.
Pero a veces la lectura de estos grandes físicos era abstrusa, difícil, cargada de detalles matemáticos. ¿Cómo logró nuestro héroe salir del atolladero una vez y otra careciendo, además, de los conocimientos matemáticos precisos e imprescindibles?

Esta es una pregunta que se han hecho legiones, pero que en verdad tiene una fácil respuesta

1905, «annus mirabilis»

Año en verdad «milagroso» aquel de 1905 para el joven Einstein. Al menos así lo han calificado todos sus hagiógrafos. Mas, ¿por qué?

Gracias a su relación con el Nobel Wilhelm Wien, jefe de redacción de la prestigiosa revista Annalen der Physik, nuestro genio logra publicar la tesis doctoral antes mencionada seguida de otros cuatro artículos que trastornarán el mundo de la física en particular y toda la epistemología en general.

Uno de los artículos («Un punto de vista heurístico sobre la producción y propagación de la luz»), donde relacionaba la hipótesis de los «quanta» de Planck (aunque sin citarle, como era su costumbre) con el «fenómeno fotoeléctrico» de Lenard, le hará acreedor en 1922, nada menos, ¡¡¡ al premio Nobel de física !!!
En realidad se le quería premiar por otro artículo titulado Cuerpos movidos electrodinámicamente, donde esbozaba la teoría de la relatividad especial, ya antes expuesta y por separado por Maxwell, Lorentz, Kaufmann, Cherenkof, Poincaré y, sobre todo, por Minkowski, su antiguo profesor de Zurich; pero teniendo en cuenta la poca credibilidad de que gozaba dicha «teoría» entre la comunidad científica, y también porque dicha teoría tenía un número indeterminado de «padres» y no podía ser atribuída a una persona en particular, se juzgó más prudente atribuírselo por la cuántica.

Einstein y sus correligionarios de calaña sionista, liberal, capitalista, mundialista y progresista

Einstein y sus correligionarios de calaña sionista, liberal, capitalista, mundialista y progresista

Aunque el espaldarazo definitivo como «Pontifex Maximus» de la conciencia universal no le llegará hasta el año 1922 con el Nobel, de hecho, aquellos cuatro artículos de los «Annalen» le dieron un «cachet» y una popularidad inusitada. En todos los círculos científicos e intelectuales de Europa y de América no se hablaba de otra cosa que del joven Einstein y de su «teoría» de la relatividad.
Lo más difícil ya estaba hecho. Había dado con la clave de su tiempo; en una época en que los valores absolutos (amor, honor, patria, familia, Dios…) empezaban a cobrar renovada fuerza en la Europa continental, la idea relativista (aceptable en sí misma), derivando hacia el relativismo subversivo que patrocinará con éxito nuestro «genio», conmocionará las conciencias y se revelará como un filón inagotable, como el deus ex machina de la causa liberal-capitalista y progresista.

Einstein, al fin, había llegado. Ahora le ofrecían explicar la «Teoría de las radiaciones» en la Universidad de Berna. Y aunque no pueda decirse que sus comienzos como profesor fuesen particularmente brillantes (el primer año sólo se matricularon cuatro alumnos en su asignatura y al año siguiente sólo lo haría uno, el lituano nacionalizado alemán Max Stern), no fue óbice para que, de forma inmediata, se le ofreciera, gracias a los oficios de su buen amigo Kleiner, una plaza de «Privatdozent» en la Universidad de Zurich. Después vendrían Praga, Zurich de nuevo, Berlín, etc.
Año «milagroso» en verdad aquel de 1905, pues ni en los años anteriores ni posteriores a esa fecha volverán a tener sus trabajos ni la altura, ni la originalidad, ni la brillantez (ni tampoco, ojo, el estilo literario) alcanzados por esos cuatro artículos de los «Annalen der Physik».
Mas a nadie se le oculta que detrás de todo milagro siempre se encuentra un misterio.
¿Cuál era, pues, el misterio de Albert Einstein?

Mileva Einstein, nacida Maric

El primero en sorprenderse por la calidad y la originalidad de aquellos trabajos fue Hermann Minkowski que, como profesor suyo que fue, conocía bastante bien las limitaciones de su antiguo alumno. «¿Einstein? Si hubiera sido Grossman -se decía-, o Wegener, o esa chica tan lista de Mileva… Pero Einstein… que se «fumaba» las clases…»

Todo acabó indicando que las geniales ideas pertenecían en realidad a su esposa, Mileva Maric

Todo acabó indicando que las "geniales ideas" pertenecían en realidad a su esposa, Mileva Maric

Sin embargo, factum est illud, y Einstein era su autor… Hasta que en febrero de 1990, en la reunión anual de la American Asociation for the Advancement of Science (AAAS, Asociación Americana para el Avance de la Ciencia), estalló la bomba.
El físico Evans Harris Walker, de Aberdeen (Maryland), y la filóloga Senta Troemel-Ploetz, de la Universidad de Bonn, analizando de forma separada y bajo sus respectivos criterios los trabajos publicados por Einstein en los «Annalen der Physik» en 1905, así como la correspondencia privada entre Einstein y su esposa Mileva, llegaron a la sorprendente conclusión que, tanto las geniales ideas atribuídas al primero, así como el tremendo trabajo de formulación matemática, pertenecían en realidad a su esposa Mileva Einstein, nacida Maric.
Esto explica el sorprendente «bajón» que sufre la obra einsteiniana, tanto en cantidad como en calidad, a partir justamente de 1919, fecha de la separación del matrimonio Einstein.
A partir de entonces, Albert siempre trabajará asociado con otros físicos (como Podolsky, Bose, Nathan, Rose, De Sitter, Infeld, Hoffman, etc.), dando muestras además de una dependencia continua y manifiesta en lo que a formulación matemática se refiere (matemáticos asalariados que trabajaron para él fueron Grossman, Groumer, Lanczos, etc.)
Ernst Strauss recuerda cómo, cuando no entendía algún desarrollo matemático, solía decir: «estoy convencido, pero no convencido».
Se podrían escribir miles de anécdotas que acreditarían fehacientemente el juicio de Evans H. Walker cuando dice:

«Mileva era mayor que él e inicialmente la líder en iniciativa especulativa«.

Recordemos cómo, por aquel entonces, estudiaba muy poca gente, pudiendo Einstein ingresar fácilmente y ¡¡¡ graduarse !!! en la prestigiosa Politécnica de Zurich.
Sin embargo, Mileva, a la sazón única mujer del curso, tuvo que «dar la talla», resultando incomparablemente más inteligente y brillante que él. Ambos tenían en común la afición por los clásicos de la física, al igual que un acusado problema de relación social (Mileva era coja de la pierna derecha), lo cual les acercó sentimentalmente. El bribón de Einstein pronto se dio cuenta de que aquella chica era una mina y que, trasladando sus ideas a otros campos (filosofía y política, principalmente), podían tener un buen mercado.
De esta forma, aprovechado sus relaciones y contactos entre la constelación de grupúsculos y cenáculos sionistas, progresistas y mundialistas a los que pertenecía («Patria Nueva», «Amigos de la Nueva Rusia», «Liga del Padronazgo en pro de un Gobierno Mundial», etc.), le hará encumbrarse.

Un detalle bastante revelador aportado por Senta Troemel-Ploezt es que, cuando Albert y Mileva se separaron en 1919, el decreto de divorció incluyó la cláusula de que, en caso de recibir Einstein algún premio por los artículos publicados en los «Annalen der Physik», debía entregárselo íntegramente a Mileva.
Y así fue que tres años después Albert Einstein entregó el dinero del premio Nobel a su ex-esposa. Pero lejos de tratarse de un gesto de la proverbial magnaminidad atribuída a «San Alberto Einstein» por sus hagiógrafos, lo fue en realidad por imperativo legal y elemental justicia, toda vez que, como pudo demostrar Mileva ante el juez, Einstein se había estado apropiando desde el periodo inicial de las relaciones (vivieron juntos cinco años antes de casarse) de todos los trabajos e inventos que ella había realizado, valiéndose para ello de su puesto en la oficina de patentes, para patentarlos con su propio nombre e, incluso, ¡¡¡ a nombres de terceros !!!, sin figurar Mileva en ellos para nada, pues, como solía decir el «Genio»:

«Yo no me imagino a una mujer Galileo, ni Kepler, ni Miguel Ángel».
Pero este asunto no era nuevo, la doctora Troemel-Ploetz, ha demostrado además cómo todo este «affair» fue ya denunciado treinta años antes por el físico serbio y amigo del matrimonio Einsten, Abraham Joffe (Mileva era hija de padres serbios emigrados a Suiza), en un libro en donde testimoniaba haber visto, él mismo, los apuntes y los originales de los manuscritos más tarde publicados en los «Annalen der Physik», escritos con la caligrafía de Mileva Maric.

Todo evidencia que algo muy gordo y muy turbio se oculta en el mito de Einstein

Todo evidencia que algo muy gordo y muy turbio se oculta en el mito de Einstein

El simple hecho de que estos sucesos no afecten a la enmarcable figura de «El Genio», sino que ni siquiera trasciendan y pasen inadvertidos para el gran público, así como el protagonismo alcanzado en la prensa diaria sólo comparable con el ostracismo al que son condenados los científicos disidentes del Dogma, la complicidad de revistas científicas tenidas por «serias» en este feo asunto, así como las cantidades astronómicas de dinero que se gasta Alemania para demostrar… ¿qué?, evidencian per se que algo muy gordo y muy turbio se mueve detrás del mito de Einstein.
Como dice el profesor Thruillier en la revista «La Recherche» (nº 96, enero 1996, pág. 16):

«Todo acontece como si la física relativista fuera, en un dominio particular y concreto, la realización de un programa mucho más amplio: construir un mundo «suprapersonal», un mundo situado más allá de nuestras sensaciones y nuestras percepciones, pero dotado de una realidad superior«.
Sólo recordemos el papel que en todo este entramado ha jugado el «Council on Foreing Relations» (CFR) de los EEUU, así como la Trilateral.

«Mein Führer ist Cain Weissmann»

Decía Max Weber en “El científico y el político” que «quien hace política pacta con los poderes divinos o diabólicos que acechan en torno al poder… quien busque la salvación de su alma y de los demás se arriesga por el camino de la política, porque el genio de la política vive en tensión con el dios del amor«.
En relación con esta idea, Isidro-Juan Palacios, en la revista «Punto y Coma», decía que, «también la actividad científica, fuente mágica de poder, ha sido usada por el hombre como vía de usurpación y de autonomía en relación con el espíritu, y por eso también se ha diabolizado». Parece como si ambas reflexiones hubieran tenido, consciente o inconscientemente, a Einstein como punto de referencia.
«Einstein -reconoce un relativista como Eddingtonabolió el infinito, modificó ligeramente sus ecuaciones para hacer que el espacio a grandes distancias resultase curvo, hasta quedar cerrado«.
Y William Popperll, de la Universidad de Columbia, dice que «la luz es para Einstein el nuevo Único, el Absoluto en un mundo donde todo lo demás es relativo«.
Y recapitulando diremos que puesto que ya no existen ni el espacio ni el tiempo por separado, sino el espaciotiempo, es decir el movimiento unido a la velocidad, éste es el concepto fundamental de la física relativista. Por eso ya no hay en el mundo ni reposo ni paz.(…)
El «Genio» atómico había pedido en una carta enviada a Roosevelt la utilización masiva de la bomba de uranio sobre Alemania insistentemente, y no sólo el 2 de agosto de 1939 (antes del estallido de la II Guerra Mundial) como se ha dicho, sino también el 7 de marzo de 1940.

El Genio hizo todo cuanto estuvo en su mano para CONSEGUIR el bombardeo de Hiroshima y Nagasaki: las dos ciudades católicas del Japón

El "Genio" hizo todo cuanto estuvo en su mano para CONSEGUIR el bombardeo de Hiroshima y Nagasaki: las dos ciudades católicas del Japón

«Sólo el poder organizado -había dicho para justificarse- puede hacer frente al poder organizado«. Exactamente la misma frase (y en la misma lengua alemana) que Hitler había pronunciado seis años antes, sólo que éste, que iba muy por delante en investigación y tecnología nuclear que el resto de los países, había prohibido expresamente su uso.
Cuando Einstein asistió en 1921 a una convención sionista en Nueva York, proclamó ante diez mil correligionarios:

«Mein Führer ist Cain Weissmann. Folge Ihn. Ich habe Gesprochen» (Mi líder es Cain Weissmann. Síganlo. He dicho»).

Como se ve, «todo es relativo», sólo depende desde donde se posicione cada uno.

Anexos al artículo

1) Contumancia einsteiniana
En una jugosa e interesante velada (que Heisemberg nos relata en su libro Diálogos sobre la física atómica) celebrada en casa de Böhr en 1932 en Copenhague, Oskar Klein preguntaba lo siguiente a Böhr:
Klein – «¿No es extraño que Einstein tenga tantas grandes dificultades en aceptar el papel del azar en la física cuántica? (…) ¿La rechaza sólo porque el azar es básico en ella?»

Heisemberg – «…es justamente ese carácter básico el que le perturba. Que no sepamos, por ejemplo, cómo se mueven dentro de un puchero lleno de agua cada una de las moléculas de agua, es algo evidente. Por eso, los científicos tenemos que aplicar en este caso la estadística, de modo parecido a como, por ejemplo, lo hace una sociedad de seguros de vida con sus asegurados… En la física clásica se había admitido que se podía seguir el movimiento de cada molécula y determinarlo según las leyes de la mecánica newtoniana… Pero las cosas no suceden así en la mecánica cuántica. No podemos observar sin perturbar el fenómeno que obsevamos, y los efectos cuánticos de esta perturbación llevan por sí mismos a una indeterminación del fenómeno que queremos observar. Esto es lo que Einstein se niega a aceptar. Él considera que se deberían decubrir en el futuro determinados nuevos parámetros de determinación del acontecer… pero esta pretensión es, sin duda alguna, falsa«.

Böhr – «…no estoy plenamente de acuerdo con eso de que la observación perturba el fenómeno. Más bien debería hablarse de la imposibilidad de objetivar el resultado de la observación, tal como se hacía en la física clásica: distintas situaciones de observación son complementarias entre sí, lo cual quiere decir que se excluyen (o complementan mutuamente), que los resultados de una no pueden compararse unívocamente con los de otra… La complementariedad es un aspecto central de la descripción de la naturaleza que había existido siempre, especialmente en la forma dada por Gibbs, pero a la cual no se había prestado la atención suficiente; mientras que Einstein siempre parte del mundo conceptual de la mecánica newtoniana, o de la teoría de campos de Maxwell, y no ha captado los caracteres complementarios en la termodinámica estadística«.

2) Einstein y la bomba atómica
El Proyecto Manhattan sería el encargado, a principios de los años 40, de llevar a cabo la construcción de las primeras bombas atómicas durante la Segunda Guerra Mundial, bajo el mandato del presidente Roosevelt en los EEUU.
Oppenheimer y Fermi serían dos de las figuras de primerísima fila en el proyecto. Todos sabemos lo que ocurrió después: Hiroshima y Nagasaki fueron completamente destruídas y con ese holocausto quedó inaugurada la era atómica.
Pero no todo fue fácil hasta llegar a aquel instante. Momentos hubo de indecisión, parálisis o pérdidas de tiempo. Y fue en ellos precisamente donde la figura de Albert Einstein jugaría un papel definitivo. Viendo que los progresos sobre la construcción de la bomba iban lentos, los científicos Wigner, Szilard y Tiller, los tres al servicio del poder americano, pidieron a Einstein, ya que gozaba por aquellos años de un notable prestigio internacional, que escribiese al presidente Roosevelt instándole a apoyar sin paliativos las investigaciones para la construcción de la bomba, dotándoles de los medios necesarios. El texto de la carta que Einstein escribió el 2 de agosto, y que le fue entregada en mano al presidente Roosevelt el 11 de octubre de 1939, decía:

«…en el curso de los últimos cuatro meses se ha hecho patente mediante el trabajo de Joliot en Francia, así como de Fermi y Szilard en América, que pueden establecerse reacciones en cadena en una gran masa de uranio, de forma que puedan ser generadas grandes cantidades de energía. Este nuevo fenómeno podría también conducir a la construcción de una bomba de una nueva clase y extremadamente poderosa.
Un nuevo artefacto de este tipo que hiciese explosión en una ciudad o en un puerto podría destruirlos completamente. Un bombardeo masivo de este tipo sobre Alemania garantizará a América una victoria segura en una guerra previsible
«.

Como sabemos, la guerra en Europa terminó antes de que las bombas estuviesen listas, pero quedaron preparadas para ser lanzadas sobre el Japón.
Sus efectos devastadores fueron de todos conocidos.
Y de tales efectos se sabe que el propio Einstein se llegó a sentir responsable directo. Fue por ello que volvió a escribir a otro presidente, esta vez a H. Thruman, alarmado no precisamente ante el desarrollo de la bomba de hidrógeno por los norteamericanos, sino ante el anuncio de los sovéticos de desarrollar su propio arsenal nuclear:

«La destrucción de toda la vida sobre la tierra ha entrado dentro del campo de las posibilidades técnicas. Todo parece encuadrarse en esta siniestra marcha de los acontecimientos. Cada paso es consecuencia del anterior, y al final de este camino se perfila cada vez más claramente el espectro de la aniquilación general«…

3) Credo científico de San Alberto Einstein
Citas extraídas de los escritos de Einstein sobre sí mismo (Albert Einstein. Correspondencia 1903/1955. Editorial Hermann, 1962, págs. 8, 12 y 13)
«Einstein, ermitaño de Princeton, el físico que marchó a la búsqueda del movimiento perfecto (como Moisés recibiendo las Tablas de la Ley en el monte Sinaí). Einstein, en la cima de la montaña de Dios, os invita a subir por la escala de Jacob que termina a los pies de Dios»

«La persecución del conocimiento viene a ser una especie de búsqueda mística que nos acerca a la Verdad Suprema. El método científico funda la única verdad que puede prevalerse de razón y objetividad. Yo os muestro la única forma indiscutible de verdad«.

«San Einstein es el Genio místico, el Sumo Sacerdote de la física, el Profeta que os conduce a través de su pasión hacia la verdad y el conocimiento, suprema gracia de nuestra religión cósmica y liberadora, estadio supremo de la ciencia. Mi Gran Obra, sostenida por mis catedrales de las matemáticas, debe haceros descubrir el nuevo paraíso. Por eso es preciso que abandoneis al dios personal («interviniente» en el curso de los acontecimientos) para así poseer la Verdad-Una«.