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EL TALMUD: LAS ENSEÑANZAS DE ODIO Y RACISMO DE LOS PÉRFIDOS JUDÍOS (III y final)

Por Mendo Crisóstomo

Con este brevísimo artículo ponemos punto final al leve esbozo que hemos ido desarrollando en anteriores entradas acerca del libro sagrado por excelencia del judaísmo, incluso de judíos «no practicantes»: el Talmud (abreviación de Talmud-Torah, estudio de la Torá). Queremos saciar la curiosidad de nuestros lectores acerca de lo que allí se dice y por ello hemos ido exponiendo algunos fragmentos en bilingüe. No obstante, si la curiosidad de alguno no quedare saciada, ya nos lo harían saber oportunamente.

subir imagen Tras las controversias de muchos siglos de Cristiandad y lo mucho que se ha escrito en correspondencia (por ejemplo, son bien conocidas las condenas de papas como San Pío V, Julio III, León XIII o Benedicto XIV al respecto), no es en exceso difícil indagar aún más sobre lo que allí se dice. subir imagen

Tristemente célebre fue el asesinato del afamado traductor y buen conocedor de las lenguas semíticas Rev. Iustinus Pranaitis, a manos del judío Lenin, quien, a tal efecto, ejecutaba órdenes del rabino de Moscú.

Ahora bien, de antemano advertimos que a veces no es fácil encontrar versiones completas, pues ya en 1631, en orden a evitar el acceso de los no-judíos a sus textos (tras numerosas controversias bien reconocidas por todos los historiadores a causa de lo que en el Talmud se dice), en un sínodo celebrado en Polonia, tomaron una determinación que suelen mantener a día de hoy en sus ediciones, al menos las de las facciones más oficialistas:

«Por tales razones, os ordenamos que de ahora en adelante, cuando publicareis una nueva edición de estos libros, dejéis en blanco los pasajes donde se habla de Jesús de Nazareth, haciendo un circulo como éste O; y todo rabino, como cualquier otro maestro, tenga el cuidado de enseñar tales pasajes a sus fieles sólo verbalmente. De este modo los hombres de ciencia cristianos no tendrán nada que reprochamos al respecto»

subir imagen La vigencia de obligado uso, identidad y creencia de los 63 libros que componen el grueso del Talmud (más algunos tratados más, como el Schulkhan Arukh), con tales disposiciones, se vio confirmada por un sínodo celebrado en 1866 en Hungría, con la firma de 94 rabinos, 182 abogados, 45 médicos y varios miles más de judíos de diferentes estratos sociales. Y veamos ya, como colofón, unos pocos fragmentos más:

ןהב הכ ןהב קיזחמה לכ רבדמכ םה םיוגה יסכנ

«Todas las pertenencias de los no-judíos son como si estuvieran en mitad del desierto: el primero que las alcance es su dueño» Babha Bathra 54b

יםאפר… ז ע םע בט דבעמל הב ןילדתשמד ןיליא

ומוקי לב

«Los que se empeñen en hacer el bien al cristiano…tras la muerte no resucitarán» Zohar I, 25b subir imagen

תונ מוא םו״ כול דמלל רוסא

«No es lícito enseñar un arte al cristiano» Iore dea 154, 2

ונתלואג דימ אמור ןברחב

«Cuando se produzca la devastación de Roma, entonces llegará nuestra redención» Tseror hammor, sec. Shoftim subir imagen

יםצקש ןילכושא ינפמ ןימהוזמ יםוג המ ינפמ

יםשמרו

«¿Por qué los goyim son inmundos? Porque se alimentan de cosas abominables y de reptiles» Schabbath 145b subir imagen

ונא םג רעבנש זמר לזעל ןיחלש ןיהש ריעשה

םלועה ןמ תופילקה

«Aquel cabrón que sacrificaban a Azazel (el día de la expiación) nos muestra que también nosotros estamos obligados a remover al cristiano de la faz de la tierra» Zohar f. 62, Mikdasch Melech   subir imagen

EL TALMUD: LAS ENSEÑANZAS DE ODIO Y RACISMO DE LOS PÉRFIDOS JUDÍOS (II)

Por Mendo Crisóstomo

Ya evidenciábamos en la primera parte que el judaísmo es, fundamentalmente, la Anti-religión.

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TODO judío, aun viviendo al margen de la moral y de lo sacro, se siente siempre judío y actúa según el Talmud, salvo si se convierte

Y, por ello, todo miembro de la comunidad judía -aun viviendo de espaldas a lo sacro y a la moral-  se siente siempre especialmente ligado a su libro sagrado, el Talmud, hasta el punto de que, a no ser que se convierta, siempre se sigue considerando a sí mismo judío.

Antes de ver algunas citas del Talmudponíamos como ejemplo el caso de Ysidor Mardochai Levy (Karl Marx) como un paradigma de judío.

Sin embargo, la cosa no se detiene ahí.
Las aspiraciones de Levy pronto fueron puestas en marcha, por primera vez, por otro judío:

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El judío Lenin, financiado por la Banca, puso por vez primera en práctica las teorías del talmudista Ysidor Mardochai

Vladimir Ilich Ulianov Blank, más conocido como «LENIN», gracias a la financiación de los grandes banqueros judíos de Francia, Norteamérica, Alemania e Inglaterra.

Por eso no nos extraña que las condenas de la Santa Iglesia Católica, Apostólica, Romana siempre fueran todavía más duras con el Talmud y con sus seguidores incluso que con el llamado Corán, pernicioso libro de la abominable secta fundada por el falso profeta Mahoma.

La mujer de Lenin −también judía− conocida como Krupskaya, pero cuyo verdadero nombre era Nadiezda Konstantinovna, acentuó su lucha tras la muerte de su esposo mediante el adoctrinamiento.

subir imagenEsta «mujer ejemplar», modelo al que siguen todas las comunistas del planeta, nos da una idea de su defensa de las doctrinas talmúdicas si nos afanamos en la lectura de algunos de sus textos, siempre tan admirados por sus seguidores leninistas.

Por ejemplo, en su Outchit Gazeta escribió (10/Oct./1929):

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La judía esposa de Lenin, llamada Krupskaya, además de programar a las masas, defendía el derecho a la violación

«Aunque la socialización de las mujeres no está formalmente ratificada en la lucha soviética, debe convertirse en una realidad y penetrar en la conciencia de las masas.

Consecuentemente, cualquiera que intente defender a una mujer que es (indecentemente) asaltada, muestra una naturaleza burguesa y se declara a sí mismo a favor de la propiedad privada.

El oponerse a la violación es resistirse a la revolución comunista de octubre».

Vemos, pues, la ejemplaridad de esta célebre judía en el cumplimiento de ese modo de vida integral en la unión y cooperación supremacista con una comunidad de judíos que entre sí  se identifican.

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Desde pequeños, los judíos aprenden que «Es lícito hacer uso del fraude para con los cristianos» Babha Kama 113, b.

Y ahora, sigamos viendo algunos pasajes más, en bilingüe (hebreo-español) que nos indican las enseñanzas «sagradas» de los judíos sobre los no-judíos:

ביאת  גוי  דהויא  כבואת  בהמה

«El coito del no-judío es como el coito del animal»
Sanhedrin 74, b. Tosephoth

בראם  בצרת  אדם  לבבודם  של  ישראל  שלא  נבראו  העכ˝ום  כי

אם  לשמשם  דיום  ולילה  לא  ישבותו  ממלאכתם  ואין כבוד  לבן

מלך שישמש  אותו  בהמה  בצורת  בהמה  כי  subir imagenאם  בהמה  בצורת

«Dios creó a los cristianos en forma humana en honor de Israel, puesto que no fueron creados con otro fin que para servir a los judíos día y noche; y no se les puede dar descanso jamás de semejante esclavitud.
Pues es menester que el hijo del Rey (el israelita) no sea servido por bestias en su propia forma, sino en forma humana»
Midrash Talpioth fol. 255, d.

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«No puede darse ninguna alegría mayor a Dios Bendito que ésta que nosotros le procuramos exterminando a los impíos y a los cristianos de este mundo» Sepher Or Israel fol. 180.

הרשעים…  יש  להם  נפש  מן  הקליפה

הנקראת  מות  וצל  מות

«Las almas de los no-judíos provienen de la costra mugrienta, que se llama muerte y sombra de muerte» Emek Hammelech 23, d.

טעותו  מותרת

«Es lícito hacer uso del fraude para con los cristianos»
Babha Kama 113, b.

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«El coito del no-judío es como el coito del animal» Sanhedrin 74, b. Tosephoth

ותימה  דלהון ב סמיתו  דפומא  כבעירא  דאיהי  מיתא  ולית  לח

קול  ודבור

«Y cúmplase la muerte de los cristianos cerrándoles la boca como la de las bestias, a las que se aniquila sin voz ni habla»
Pesachim 49, b.

בעי  בר  ישראל  לעקור  הקוצים  מן הכרם  לעקור  הקליפות

ולכלותם  מעל  פני  האדמה  כי  אין חדוה  לפני  הק˝בה  גדולה

מזו  כשאנחנו  מכלים  את  הרשעים  והקליפות  מן העולם

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«Las almas de los NO-judíos provienen de la costra mugrienta, que se llama muerte y sombra de muerte» Emek Hammelech 23, d.

«El israelita sobrevive de afanarse con empeño en arrancar los espinos de la viña, esto es: en erradicar y extirpar al cristiano de la tierra.

No puede darse ninguna alegría mayor a Dios Bendito que ésta que nosotros le procuramos exterminando a los impíos y a los cristianos de este mundo»
Sepher Or Israel fol. 180.

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Esta vez reproducimos un interesante artículo del argentino Juan O. Alba Posse, publicado en Panorama Católico Internacional, acerca de un pérfido deicida, perteneciente a una secta protestante, que -fiel a la «tradición» de sus antepasados– se gloría en atacar violentamente a la Madre de Dios, María Santísima, en su advocación de la Virgen de Guadalupe.

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Fiel a sus antepasados, el pérfido
«predicador» judeo-hereje no ceja en
su empeño de combatir a Cristo

Por si fuera poco (y como es de esperar en un abominable sujeto de categoría semejante), el representante del pueblo maldito que creó las ideologías modernas, se afana en el «dogma» del holocuento, una de las famosas supercherías inventada por los «defensores de la libertad y tolerancia» que hoy gobiernan el mundo.

La negación de ese «dogma» es perseguido con castigos durísimos e incluso la valiente negación de tal mito por parte de algunos intrépidos y brillantes representantes de la Fe Católica ha acarreado contra éstos, en ocasiones, el odio y murmuración por parte de otros clérigos envidiosos y menos audaces que ellos.

¡Que lo disfruten! Y recuerden que el único Holocausto de la historia es el de Nuestro Señor Jesucristo en la Cruz.

Mendo Crisóstomo

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Los «defensores de la libertad y tolerancia» que hoy gobiernan el mundo, castigan durísimamente a quienes discrepan del dogma del Holocuento

Judío converso al evangelismo ataca violentamente a la Guadalupana

Infiltración – Indefensión

INFILTRACIÓN – INDEFENSIÓN

En los tiempos que corren, más que nunca se impone detectar los hechos que de algún modo atañen a la Iglesia, cualquiera sea su origen o magnitud. Como lo tiene demostrado la historia reciente, porque la persecución está en plena marcha.

El único «holocausto» de la historia es el de Nuestro Señor Jesucristo en la Cruz

Precisamente se está cumpliendo un año de cierto hecho que pudo ser a lo sumo anecdótico, pero significó una verdadera confabulación.

El escándalo alrededor de una fábula, desatado en el preciso momento que el Santo Padre disponía medidas atinentes a la unidad religiosa. Ocasión en que se desenterraron antiguas (e inobjetables) opiniones ocasionales del Obispo Richard Williamson sobre el denominado “Holocausto”*.

Dichos hasta entonces ignorados, con lo que extemporáneamente se fabricó un revuelo artificial; hasta alcanzar proporciones nunca vistas y la conmoción mediática de toda la humanidad.

Un despliegue impresionante del poderío mandante, con recíprocas muestras de temores sumisos.

Ahora, la moderna tecnología está mostrando a cierto “predicador”**, dedicado a esparcir por el mundo terroríficas diatribas contra la antigua Cristiandad y la santa Iglesia. Lo hace estrepitosamente, aparentando una devoción farisaica a N.S. Jesucristo, al Santo Evangelio y el Antiguo Testamento. Lo llaman Gary Lee. Un hombre de mediana edad y apreciable fortuna que le permite largas excursiones y la adquisición de poderosos medios; como la importante radio que posee en Puerto Rico. Su acento y su oratoria -a grandes alaridos-  supera el estilo de los pastores congéneres. Por supuesto que ello no tiene mucho de sorprendente, pero hay una particularidad que lleva a las consideraciones que siguen.

Antisemitismo El predicante tiene la obsesión del antisemitismo y ello lo  enardece hasta el delirio.

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El haber ejercido su «libertad de expresión» le costó al pacífico Obispo R. Williamson (foto) la persecución como delincuente; ocasión aprovechada también por la judería para atacar al Tradicionalismo en general y la figura del Papado

Para acusar a la Cristiandad histórica y a los cristianos contemporáneos, como promovedores –grita- del odio a los judíos. Por supuesto que por ello, la maldición del Cielo ha caído y sigue cayendo sobre los culpables… Todo expresado con incontenible furia, sin omitir la sobrecarga de la leyenda negra y el original agregado de que la Inquisición quemaba judíos.

En cuanto al “Holocausto”, asevera que las víctimas fueron 6.500.000. O sea medio millón más que el número decretado, cuya estimación crítica le costara al Obispo Williamson la persecución como delincuente. Además, Gary Lee relata su personal investigación en los sitios de exterminio, poniendo de resalto los crematorios… “donde abrían unos tubos y metían el gas”.

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Por lo cual pone en tela de juicio la intangibilidad del Dogma, con la precisión de que el gas mortífero se suministraba del modo transcripto. Un manipuleo difícilmente compatible con las herméticas cámaras de gas, cuya existencia es dogmática.

Como que la duda al respecto, fue piedra de escándalo en el “caso Williamson”.

Saña contra un Milagro Hay algo más, y más inaudito. Gary Lee ha llegado a ensañarse contra el milagro de Nuestra Señora de Guadalupe (justo cuando  al respecto se están descubriendo maravillas).

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Con satánicos alaridos, el predicador hebreo se mofa de la Santísima Virgen de Guadalupe y lanza calumnias a los españoles y a la Cristiandad

Su odio ciertamente satánico, culpa a aquella devoción mariana de todos los estragos que padece Méjico: narcotráfico, crímenes, prostitución, etc.

Como un castigo  –ruge-  por haber adorado más de 500 años a … (obviamente aquí omitimos el insulto canallesco). Se trata, sigue diciendo fuera de sí, de un invento de los españoles para mantener cegados a los indígenas.

Siempre a los gritos, burlándose, lo acusa a Juan Diego de haber visto –¡drogado!- cuatro veces en un día a… (nos resistimos a transcribir la blasfemia). Y termina argumentando a guisa de lápida, que en ningún momento la Biblia habla de la Virgen de Guadalupe…

Tal vez podría decirse que tamaña imbecilidad desmorona todo por su propia gravitación. Pero ello no quita que el energúmeno seguirá vociferando sus injurias y calumnias por el mundo. Siempre impune, reclutando adeptos; ésto es lo grave adicional. ¿Y cómo se explica todo ello? …

Por aquí vuelve el tema de la indefensión cristiana y el poder de la infiltración; trauma registrado ya hace un año en el “caso Williamson” de inevitable paralelo con la presente infamia. Para recrudecimiento ahora de la vergüenza de tantos cristianos –dignatarios incluidos- que acompañaron la impostura establecida mundialmente.

Una falacia aquella, que se podía desmenuzar palabra por palabra. Bochorno mayor todavía, por el silencio guardado cuando en Israel –como réplica por el “caso Williamson”- se propalaron por televisión gravísimas blasfemias contra Nuestro Señor y la Santísima Virgen (cfr. La Nación 21.1.09).

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La Judería aprovechó la ocasión para blasfemar en televisión contra Cristo y su Santísima Madre

Trasuntando un coro diabólico para las exequias de la civilización cristiana corroída y abatida.

Clave y espera El interés por el vil ejecutor de la campaña anticatólica comentada, lleva a investigar algo más sobre su personalidad.

Y por tal camino se pudo conocer que Gary Lee es en realidad Gary Katzelnik, judío norteamericano.

Frente a todas estas cosas, resta esperar la reacción de tantos dignatarios y funcionarios que se conmovieron automáticamente, o callaron, frente al “caso Williamson”***.

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El histérico energúmeno fariseo es Gary Katzelnik, un multimillonario judío norteamericano

Lo mismo que un repudio expreso de entidades como la DAIA, para deslindar a la pacífica comunidad judía -cuya representación manifiesta- de ofensas anticristianas que ella no comparte en modo alguno.

Diciembre de 2009

* El término “Holocausto” ha sido objetado por el presidente del Centro de Investigación y Difusión de la Cultura Sefardí, Mario Eduardo Cohen  (La Nación, 24.3. 2000). El estudioso judío, dijo allí con la mayor franqueza, que “Holocausto” es una palabra incorrecta para designar padecimientos humanos del siglo pasado, puesto que designa un sacrificio de naturaleza religiosa.

**http://www.youtube.com/watch?v=hzU4xEtB_uk(con la prevención debida conviene verlo).

*** Un triste ejemplo local: Ante la expulsión del obispo Williamson de nuestro país, el Pbro. Guillermo Marcó –titular de Pastoral Universitaria de la Arquidiócesis- comentaba: “nos saca un problema de encima”. Y fustigó la inquietud histórica del prelado señalando: “Es como decir que San Martín no cruzó Los Andes, discutir esto es absolutamente ridículo”(Clarín, 22.2.09).

LA TRADICIÓN CATÓLICA: ÚNICA SOLUCIÓN CONTRA EL CAPITALISMO (III)

[Continuación de Tradición Católica contra el Capitalismo (II) ]

El que es tan débil y cobarde que no sabe vencerse a sí mismo, tampoco podrá vencer verdaderamente nunca a sus enemigos de fuera. Eso es lo que le sucede a los que viven con el cerebro lavado por su ideología.

Porque la gente vive hoy engañada por ideologías que, como su propio nombre indica, se basan simple y llanamente en el intento de aplicar utópicos “VALORES” de cuya eficacia no se tiene constancia alguna, por no tratarse de conclusiones extraídas del funcionamiento de la sociedad, sino de divagaciones mentales, es decir: simples IDEAS.

“ideología” y “pájaros en la cabeza” son la misma cosa: trampas del Sistema para mantener ocupada a gente mentalmente débil y distraer a los tontos e inútiles.

Decir “ideología” y decir “pájaros en la cabeza son una sola y la misma cosa:

inventos del sistema para mantener ocupada a gente mentalmente débil y distraer a los tontos y a los inútiles.

Todas ellas son hijas de la Revolución, todas, por tanto, trampas del Sistema. Sus luchas no son sino luchas intestinas entre facciones del mismo ejército cuyo único enemigo a la hora de la verdad es la Tradición; dicho de otro modo: se trata de la Revolución y sus ideologías combatiendo primero entre sí, y después contra la Tradición y la realidad.

Cuando los dirigentes revolucionarios y líderes ideológicos, diligentes corruptores de la sociedad, han conseguido engañar a masas de gente fomentando odios y pasiones personales y defendiendo vicios particulares, es cuando consiguen la adhesión a sus partidos políticos o “colectivos”, que no son más que invenciones antinaturales que no conducen sino a la liquidación de toda posible esperanza de justicia y de equidad.

enemigos de toda verdadera justicia social y sembradores de odio y de lucha entre los estamentos sociales, los revolucionarios atrapan a los incautos con las abominables redes de las ideologías

Respecto a cómo esos engaños, enemigos de toda verdadera justicia social y sembradores del odio entre los cuerpos sociales, han llegado a atrapar con sus redes a numerosos obreros y otros trabajadores fundamentándose en el abominable veneno de las ideologías, da buena cuenta aquel semanario tradicionalista español llamado “La Reconquista”(4 de abril de 1872. Págs. 217-218):

“El obrero de la fábrica, verdadero esclavo convertido por el liberalismo en una máquina, buena sólo para producir, pero indigna de todo cuidado moral; ese obrero a quien se encierra en una especie de lóbrega cueva, donde ni penetra apenas la luz del sol, ni el aire de los campos; ese obrero a quien no se le deja ni tiempo para pensar en Dios, ni descanso par que repose en el seno de su familia y dirija una mirada a sus hijos; ese obrero que al salir de su prisión llevando aún los pulmones llenos de

Desde el Concilio Vaticano II, numerosos herejes del Sistema, conservadores o progresistas, se hallan incrustados en las estructuras eclesiásticas corrompiendo la Tradición

nauseabunda atmósfera de la fábrica, y los ojos fatigados por la luz artificial, y los oídos estremeciéndose todavía con el atronador y monótono chirrido de las máquinas, se encuentra en medio del alegre bullicio de una gran ciudad y ve pasar a su lado un sibarita cuya fortuna sabe que está formada con bienes que arrebató a la Iglesia o que ganó en el juego de la política, el más inmoral de todos los juegos; ese obrero que al volver a su casa, si por acaso es tan venturoso que la tiene, ve por todas partes el refinamiento de una civilización sensual y materialista; ve palacios suntuosos en las calles, manjares delicadísimos en las fondas, molicie y afeminación en todas partes; ese obrero a quien le han enseñado que el clero es su enemigo y la Iglesia su verdugo arrancándole así el sentimiento de la religión, único asilo de paz y dulce sosiego en donde podía encontrar inagotables consuelos y fortaleza inextinguible, ese obrero escucha una voz que le promete hacerle dueño de toda esa riqueza material, única riqueza que él conoce y que ve una mano que le señala como suyos todos esos brutales goces del cuerpo, únicos goces a que le han enseñado a aspirar, ¿cómo no ha de abrir sus oídos a esa voz, y cómo no ha de estrechar con febril afán esa mano?”

aparentemente enemigos pero coincidentes en sus relativistas principios básicos, los revolucionarios del Sistema han conseguido engañar a masas de gente fomentando odios y pasiones personales y defendiendo vicios particulares

Esa mano que le señala tales goces vacíos es la mano de todos esos demagogos que se aprovechan de los sectores más humildes de la sociedad, sembrando en ellos la discordia y la adhesión a corruptoras ideologías, animalizadoras del hombre y destinadas a robar su auténtica libertad en pro de «Un Mundo Nuevo y Unido», edificado en base a la Revolución.

Pues bien, desde el Concilio Vaticano II es patente que tenemos dentro de las estructuras de la Iglesia a toda esa canalla:

Los herejes que defienden la Teología de la Liberación son anticristianos marxistas disfrazados

-Unos pocos herejes que defienden la Teología de la Liberación, que no es otra cosa que un anticristiano socialismo disfrazado. Éste confunde la Justicia Social inherente a todo católico y se halla inficionado de un materialismo anticatólico demagogo, propio de los marxistas y pretende eliminar todo lo sacro y tradicional.
Tales individuos quieren construir la casa por el tejado, olvidando que la Justicia Social sólo puede imperar allá donde impere el Reinado Social de Cristo.

Los herejes conservadores adulteran la Fe y la Obediencia y pretenden reducir la Religión al márketing y a unas cuantas prácticas de piedad para ancianas

-Unos pocos herejes hipócritas que defienden el Capitalismo ¡e incluso lo intentan hacer ver como católico!, pretendiendo eliminar a Cristo de la Soberanía Social con un fariseísmo flagrante, con misas que son falsas (Novus Ordo Missae), pero a veces estéticamente adornadas; de tales individuos hace su bandera, por ejemplo, la famosa COPE.
Destronan a Cristo de la sociedad y lo quieren reducir a unas cuantas prácticas de piedad para ancianas.

La gran masa de los llamados "católicos" no se entera de nada

-Finalmente, tenemos a la gran masa de católicos, que no se entera de nada.

No se han enterado ni de que llevamos con una “Misa” protestante desde hace más de 40 años. No se han enterado de que el Concilio Vaticano II es gravemente herético y supone la Revolución Francesa dentro de la Iglesia.
No se han enterado de que la caridad no consiste tan sólo en darle unos céntimos al vagabundo que mendiga a la puerta de la iglesia.

Por último, al margen de todo esto estamos los tradicionalistas. Los que confesamos que no puede haber concordia entre Cristo y el príncipe de este mundo.

Los Tradicionalistas reclamamos los Derechos de Dios: nos limitamos a aceptar y practicar, en TODO, lo que la Iglesia Católica Apostólica Romana siempre creyó y combatimos con vehemencia las mentiras del enemigo

Los que no añadimos nada nuevo fruto de nuestras «ideas» a la Tradición Católica de siempre.
Los verdaderos católicos y no los pietistas que quieren recluir a Cristo a la vida privada.
Los que deseamos una justicia social verdadera y estamos hartos de la demagogia.
Los que pretendemos recristianizar la sociedad y entronizar de nuevo al Divino Redentor en el centro de la vida social.
Los que no nos creemos las leyendas anti-Cristiandad que el enemigo ha sembrado como cizaña para esclavizarnos encuadrándonos en sus partidos políticos que sólo buscan el enriquecimiento y/o el poder para unos pocos.
Porque, como explicó en más de una ocasión el diputado obrero tradicionalista Ginés Martínez Rubio:

“la verdadera emancipación del proletariado no puede estar más que en el cumplimiento de las Encíclicas pontificias, en la restauración de nuestros antiguos gremios; en el aniquilamiento, en fin, de los principios liberales, que si en lo político están absolutamente desacreditados después de llevar a la ruina al mundo, en lo económico han sido la bancarrota de la sociedad.”

El Capitalismo es el fruto más duradero de la Revolución y es la base del Sistema actual. Los frutos del Capitalismo son observables a día de hoy.

Y esto en momentos como los actuales se ha vuelto más evidente que nunca.
Por consiguiente, la única solución posible a todos y cada uno de los problemas de injusticias sociales consiste en desmontar la Revolución, pues el Capitalismo no es sino obra de ésta, al haber acaparado la propiedad y los medios de producción, desligándolos de su función social y utilizándolos como herramientas para la lucha salvaje y despiadada de unos individuos contra otros.
En suma, la forma de que cada uno obtenga lo que merece y la Propiedad y el Trabajo vuelvan a ser instrumentos al servicio de la concordia social y del verdadero bienestar, es quela economía vuelva a estar sometida a la moral, único medio infalible para acabar con toda crisis económica.

El único método para que el Trabajo y la Propiedad recuperen su sentido y pueda vivirse en armonía, consiste en suprimir toda palabrería vana y aplicar medidas concretas, sin ideologías

¿Cómo acabar ya mismo con la explotación y hacer que la economía esté sometida a la moral? Nos lo explica en parte también el diputado obrero Don Ginés Martín Rubio (La cuestión social, pág. 29), pero con medidas concretas, no con divagaciones, ni tampoco con ideología o palabrería vana:

En virtud de ello, el ponente que suscribe propone que se adapte como medio de llegar a la concepción cristiana del Trabajo y de la Propiedad, para con ello evitar la explotación del hombre por el hombre, base de la concepción liberal de la economía y en su puesto crear:
a) En la pequeña industria, cooperativas gremiales de artesanía, acogidas a lo que determina el Fuero del Trabajo en su declaración cuarta, y la Ley vigente de Cooperativas.
b) En la mediana y gran industria, se puede emplear la cooperativa de producción, que en sí funcionaría como la actual sociedad anónima, es decir, perfectamente viable sin perjuicio económico de tercero, ya que a los productores o propietarios que quieran seguir explotando negocios particulares, nadie se lo impide, acogidos a la vigente concepción sindical del trabajo.”

Pues, ¿qué? las crisis económicas y los enfrentamientos sociales se evitan muy fácilmente: desde el momento en que son suprimidas las ideologías y los colectivos y partidos políticos a ellas ligadas, que sólo sirven para ensalzar los vicios y lacras particulares y para crear discordia, desunión y descontento social.
Se soluciona todo en cuanto sean restaurados los gremios sociales naturales y les sea devuelta su legítima potestad secular sometida a los principios de la Tradición.

Se solucionará para siempre todo el problema económico en cuanto se restaure el Reinado Social del Corazón de Cristo, basado en el amor misericordioso

Se solucionará, en fin, en cuanto se restaure el Reinado Social de Cristo y la sociedad se sustente en los principios que de verdad funcionaron, que se basan no en la avaricia sino en la Caridad, en ese amor misericordioso que durante siglos rigió la Cristiandad. Como sintetiza Hilaire Belloc («La crisis de.nuestra civilización», pags. 154 y 155):

El Capitalismo constituye una calamidad no porque defienda el derecho legal a la propiedad sino porque representa, por su propia naturaleza, el empleo de ese derecho legal para beneficio de unos pocos privilegiados contra un número mucho mayor de hombres que, aunque libres y ciudadanos en igualdad de condiciones, carecen de toda base económica propia.


Por lo tanto, la calamidad básica que de una manera drástica llamamos capitalismo, debiera, con más precisión llamarse «Proletarianismo», dado que las características del mal estado de la sociedad que hoy llamamos «Capitalismo» no consisten en el hecho de que unos pocos tengan propiedades sino en el hecho de que la mayoría, aún cuando desde el punto de vista político sean iguales a sus amos y libres para ejercer todas las funciones inherentes a un ciudadano, no pueden disfrutar la libertad económica completa. […] La presencia de un proletariado tan amplio es la que imparte el tono a todo el conjunto de la sociedad y lo que hace que ella sea una Sociedad Capitalista».

Como deja claro Belloc, no puede haber verdadera «libertad económica» mientras haya individuos que no gocen de ella, pues la libertad, para ser verdadera libertad y no libertinaje, debe someterse a la moral, tanto en el plano económico como en todos los demás.

En cambio, la noción liberal de «libertad económica» que trajo la Revolución Liberal al engendrar el Capitalismo, no es más que un concepto luciferino de libertad; es decir, la licencia de unos pocos para el robo y explotación despiadados.

LA VERDADERA HISTORIA POLÍTICA DE LA CRISTIANDAD Y EL MITO MODERNO DE LOS TRES PODERES

Por Mendo Crisóstomo

Todos conocemos la leyenda negra creada por las plumas conservadoras y burgués-capitalistas-caciquiles y por sus correlatos demagogos de izquierda acerca de la Cristiandad.

Desde que el Cristianismo tomó las riendas de la sociedad, fue instituyéndose un sistema natural, basado en el libre albedrío, la caridad y la justicia

Desde que el Cristianismo tomó las riendas de la sociedad, fue instituyéndose un sistema natural, basado en el libre albedrío, la caridad y la justicia

Todos ellos, embriagados  de dialéctica hegeliana y envenenados por diversas ideologías, no cejan en su empeño de calumniar y mentir acerca de lo injusta, inmovilista, explotadora, tiránica que fue la Cristiandad político-social hasta la revolución y la moderna aparición del Estado, mal llamado “de derecho”.

Ahora bien, cualquiera que se acerque sin prejuicios a las fuentes constatará, sin gran esfuerzo, que desde que el Cristianismo tomó en la Antigüedad Tardía las riendas de la sociedad y especialmente una vez que hubo conseguido la conversión de todos a la verdadera religión en cada territorio, entonces fue instituyéndose de forma eficaz el Régimen de Cristiandad; esto es: según la caridad y justicia cristianas y según el libre albedrío y no según el “libre examen” que después introducirá ese monje maldito que fue Martín Lutero y sobre el cual se sustentará después el liberalismo en todas sus formas.

La Sociedad Cristiana se basará, simplemente, en aplicar a la experiencia las leyes naturales y la Tradición recibida de los antepasados (de tradere, entregar): no en ideologías ni en imposiciones hechas desde arriba por parte de un grupo de visionarios y de una ficción política como es actualmente el “Estado”.

La demagógica clase política, con sus firmes apoyos financieros y propagandísticos, adormila a una sociedad anestesiada y aburguesada por los vicios y vanos placeres

La demagógica clase política, con sus firmes apoyos financieros y propagandísticos, adormila a una sociedad anestesiada y aburguesada por los vicios y vanos placeres

Aquellos felices tiempos nada tenían que ver —como decimos— con las leyendas negras inventadas por diversos elementos de las clases acomodadas que fueron quienes inventaron el Estado Moderno.

El Estado Moderno y su democracia crearon una nueva casta, la “clase política”, que con su aparato propagandístico y sus apoyos financieros adormila a una sociedad colmada de numerosas comodidades y placeres efímeros que intentan camuflar cómo todos esos “individuos” viven, en realidad, arrollados por la burocracia y por el afán de regularlo todo, ¡y que persigue al disidente con una feroz policía!; y todos se asfixian con unos terribles impuestos ante los cuales sólo es posible bajar la cabeza.

La sangrienta Revolución fue la responsable de la aparición del Estado

La sangrienta Revolución fue la responsable de la aparición del Estado y de la absorción de la soberanía social por parte de la soberanía política

En cambio, los tiempos en que regía la Ciudad de Dios, eran tiempos en que la soberanía se hallaba verdaderamente dividida, y no dividida artificialmente como ahora mediante un Estado opresor con un gran aparato propagandístico. Desde Aristóteles hasta la Segunda Escolástica, pasando por San Juan Crisóstomo o por Santo Tomás de Aquino, se tuvo bien claro que:

1)      En la soberanía es preciso distinguir entre un poder social y un poder político. Ambos se limitan entre sí y ambos, a su vez, se hallan limitados por la Tradición y por la Ley Natural.

2)      El poder central no tiene ningún derecho de supremacía sobre la sociedad.

En cambio, la Revolución creó el Estado, cuya aparición supuso el cumplimiento de unas expectativas francamente totalitarias (que presumen de ser antiabsolutistas y antitotalitarias cuando en realidad son todo lo contrario) previstas por Marsilio de Padua, Hobbes, Bodino o Rousseau, que tienen sus antecedentes en los engaños de los antiguos sofistas.

Aquellos procaces visionarios (Bodino, Hobbes, Rousseau y Locke) son los responsables teóricos de la aparición del fraudulento sistema totalitario y artificial de la Democracia Liberal

Estos visionarios, personas muy pagadas de sí mismas y alejadas de una interpretación realista de la política y fundamentados en constructos “de laboratorio”, quisieron establecer una sola soberanía: la soberanía política del poder central, desvinculada de todo posible poder externo que la limite, absorbiendo radicalmente a la soberanía social y aplastando todo orden natural.

Además, con la Revolución liberal, la política se desvincula de la ley natural y de toda constitución histórica de la sociedad. Así aparece el Estado, que conquista la supremacía absoluta por encima de cualquier otra entidad.

Los teóricos liberales se inventan entonces la ficción de los tres poderes, una ficción inexistente y profundamente totalitaria porque:

1)      Esos tres poderes los acapara esa gran bestia tiránica que es el Estado.

2)      El Estado no tiene en cuenta ninguna limitación: ni ético-moral, ni jurídico-foral, ni jurídico constitucional.

Con los planteamientos defendidos por Bodino, el Estado se hace a sí mismo única fuente del derecho y usurpa el derecho al pueblo. El Estado se convierte en solutus legibus, esto es:

Él mismo crea leyes, él mismo ejecuta esas leyes y él mismo juzga a quienes no cumplen esas leyes.

Pero, ¿acaso los individuos que conforman el cuerpo social son tenidos en cuenta a la hora de crear esas leyes? No.

Resultado del proceso es ese Gran Leviatán, estado totalitario camuflado con la palabrería de libertad e igualdad, pero que aplasta la idiosincrasia e impide a los hombres cubrir sus necesidades particulares

Resultado del proceso es ese "Gran Leviatán", estado totalitario camuflado con la palabrería de libertad e igualdad, pero que aplasta la idiosincrasia e impide a los hombres cubrir sus necesidades particulares

A diferencia del sistema tradicional, desde entonces ha sido aquí una misma bestia quien ha impuesto a todos unas leyes y quien sigue persiguiendo a quien no las cumple. Apareció así el “Gran Leviatán” de Hobbes, que inventó un imaginario pacto al que todos los individuos llegan, renunciando a su libertad por el temor a una muerte violenta y por su egoísmo utilitarista y creando un “poder común”.

Así, todo y todos quedan sujetos a ese “poder común”: sólo ese poder común de oligarcas podrá legislar y sólo él será quien determine lo justo y lo injusto.

Locke vino a completar esos delirios de Hobbes o Bodino al inventar una nueva ficción: la teoría de la división de poderes.

Ahora bien: tal división es absurda porque, en tales concepciones supremacistas estatistas y esencialmente antinaturales, esos tres poderes están acaparados por el Estado.

La división de trs poderes es utópica e inexistente, pues el Estado arrebata su soberanía a los cuerpos sociales y además acapara los poderes en la misma cúpula burocrática del sistema

La división de tres poderes es utópica e inexistente, pues el Estado arrebata su soberanía a los cuerpos sociales y además acapara los poderes en la misma cúpula burocrática del sistema

Así pues, el Estado arrebata a los cuerpos sociales su soberanía social, la fusiona con la soberanía política y después divide en fragmentos (los supuestos tres poderes) para oponerlos unos a otros; de este modo, un límite que debería estar fuera, lo buscan dentro.

Así que no existen esos tres poderes, sino que son una ficción que intenta esconder una realidad: la Bestia del Estado acaparando todo el poder.

Después apareció Rousseau con su solemne sandez de la “bondad natural del hombre”, redundando en lo anterior y exaltando el Estado y diciendo que la sociedad corrompe al hombre. Ese envanecido tipejo era tan contradictorio que, para encajar sus ficciones en unas nociones erradas y contradictorias de libertad, llegó a defender con su palabrería el absurdo de que el Estado “obligue a cada individuo a ser libre”. Entonces, algo tan vago como la “voluntad general”, erigida en un Estado (artificial, nuevamente y, en la misma línea de sus predecesores), se convierte en fuente de todo derecho, sin tener en cuenta la necesaria autogestión de los distintos individuos, instituciones y cuerpos sociales y aplastando la idiosincrasia y necesidades particulares de todos los hombres, que deben cubrirse para que la sociedad sea verdaderamente libre y justa.

En el Régimen de Cristiandad, TODO PODER se hallaba encerrado dentro de unos límites hacia abajo.

En el Régimen de Cristiandad, TODO PODER se hallaba encerrado dentro de unos límites hacia abajo.

¡Qué diferente de estas falsificaciones modernas es la clásica sociedad cristiana! ¡Y qué realista! ¡Y qué conocimiento tan profundo del hombre y de las fecundas posibilidades de la política y de lo social!

En el Régimen de Cristiandad, la suprema auctoritas implicaba que todo poder (incluso el poder político central) se hallaba encerrado dentro de unos límites hacia abajo.
Eso fue lo que intentaron abolir Rousseau, Hobbes y otros; y la Revolución lo consiguió. Como no podía ser de otro modo, al conseguir esto, lo que consiguieron fue aplastar toda posibilidad de sociedad libre, naturalmente jerarquizada, justa y equitativa.

Los liberales, en efecto, ejecutaron sangrienta y totalitariamente esa revolución antinatural y filosóficamente anticristiana; una vez llevada a cabo tan mortífera revolución, fusionaron todas esas ideologizaciones que idolatran al Estado y las aderezaron con esa funesta invención de la libertad, igualdad y fraternidad, que no son sino un constructo ideológico de palabras vacías enderezado a engañar a los tontos.

Con el liberalismo y el positivismo jurídico que le es inherente, existen unos “poderes” legislativo y ejecutivo acaparados por la tiranía de un gabinete de políticos; y se crea un pretendido ‘poder judicial’ que no es más que  un artefacto artificial de control social, en que la ley, expresión de la voluntad del poder totalitario del Estado liberal, absorbe al Derecho y todo lo puede.

Los límites de esta legalidad soberana no están puestos desde afuera del Estado (principio de subsidiariedad, naturaleza humana, naturaleza de las cosas, ley natural, la espontaneidad de la vida social, etc.), sino desde el Estado mismo, cuyo criterio en definitiva será esa misma soberanía estatal.

Con el Estado liberal, os poderes se ven en manos de las oligarquías de politicastros, siervos del más absoluto positivismo jurídico

Con el Estado liberal, los poderes se ven en manos de las oligarquías de politicastros, siervos del más absoluto positivismo jurídico

 

¿Hasta cuándo habrá que soportar la vigencia de ese mito de los tres poderes?

¿Cuándo las gentes honradas se pondrán en marcha de verdad para restablecer la necesaria autonomía de la soberanía social respecto de la soberanía política?

¿Cuándo se satisfará la urgente necesidad de reconstruir la sociedad natural, sociedad construida desde su base?

 

No. La civilización no está por inventar ni la ciudad nueva por edificarse en las nubes. Ha existido y existe; es la Civilización Cristiana, es la Ciudad Católica. San Pío X

"No. La civilización no está por inventar ni la "ciudad" nueva por edificarse en las nubes. Ha existido y existe; es la Civilización Cristiana, es la Ciudad Católica." San Pío X

“No, la civilización no está por inventar ni la «ciudad» nueva por edificarse en las nubes. Ha existido y existe; es la civilización cristiana, es la «ciudad» católica. No se trata más que de establecerla y restaurarla sin cesar sobre sus fundamentos naturales y divinos contra los ataques, siempre renovados, de la utopía malsana, de la rebeldía y de la impiedad: Omnia instaurare in Christo

Papa San Pío X